miércoles, 30 de diciembre de 2015

LOS MEJORES DISCOS MUNDANOS DEL 2015- LADO "A" (33-30)

LOS MEJORES DISCOS MUNDANOS DEL 2015
¿Qué de bueno tuvo este 2015 en el panorama internacional? Los dos discos de Beach House, los soberbios retornos de Björk, New Order y Blur, los conmovedores trabajos de Sufjan Stevens y Julia Holter, la exploración hacia el “lado más pop del pop” (¿?) de Chvrches y Grimes, la danza penumbrosa y delirante propuesta por Jamie XX, las “marcianadas” de Panda Bear o "trangresoras" de Arca, teniendo a Daniel Lopatin y su proyecto Oneohtrix Point Never como el máximo exponente de electrónica lunática, y resaltar, ya que estamos hablando de actos sintéticos, a los argentinos de Mueran Humanos, así como los asombrosos debuts de los congoleños  Mbongwana Star,  del saxofonista Kamasi Washington con su disco triple de tres horas de duración (¡!), los canadienses de Viet Coing reviviendo denso y pesado post-punk o la australiana Courtney Barret y su peculiar folk-country matizado con capas de distorsión y corrosivo rock, y el techno "retrofuturista" de James Greenwood con Ghost Culture. De otro lado, Deerhunter confirmando que lo suyo es reinventarse a través de los discos y el genial álbum de Low. La lista de la reconocida revista británica The Wire, haciéndonos sentir cada vez más ignorantes, cuando ya creíamos tener terminada nuestra elección de los mejores álbumes del año, uno de los culpables que atrasemos la publicación de esta lista, pero debo confesar mi confusión tras examinar todas las obras que me resultaban inéditas de tal listado,  ¿Estamos preparados para disfrutar de las sonoridades extremas del futuro, es una lista para gustos elitistas o no sabemos nada de música y solo es comprensible para “eruditos” del sonido? También al explorar otros rankings de magazines procedentes de Uk, me quedé asombrado por el gran número de solistas y proyectos exponentes del rap y el hip-hop acaparando los primeros puestos, pero definitivamente me quedo con varios de los discos que ya había seleccionado al principio. Habrá que “ponerme al día” y “culturizarme” más al respecto para asimilar las nuevas “tendencias”. Sin duda hay otros aspectos resaltantes de este año que ya se termina y que iremos comentando en las siguientes entregas. 
Finalmente a pesar de todo lo expuesto anteriormente nos quedamos con solo 33 álbumes, la mayoría de ellos como ya lo mencioné gozaron de mi predilección antes de darle vuelta a las diversas listas foráneas. Este año no tenemos 50 álbumes como en los anteriores años (2013-2014), pues no alcanza, así de simple, ¿bueno el 2015? Sí, pero sin llegar a cubrir plenamente mis expectativas.       

33
ART ANGELS
GRIMES
4AD
A pesar de desilusionarnos con algunos singles aparecidos entre este disco y su anterior entrega, el grandioso Visions (2012), tenía la esperanza en que nuestra engreída Claire Elise Boucher, sacará el “as bajo la manga”  y que nos devolviera la fe en su música, y creemos que con Art Angels se ha reivindicado, pero a medias, aun así, alcanza para estar dentro de lo mejor del año.
El pop sinfónico de la breve “Laughing and not being normal” resulta un interesante preludio, para seguir con la entusiasta “California” y prestar atención a la estridente  “Scream”, de paso “rapeando” con Aristophanes, toda una novedad en su repertorio, donde guitarras (nos imaginamos que sampleadas), beats maquinales e histéricos gritos nos eriza la piel. De la misma forma, destacan las sonoridades post-punk del single “Flesh Without Blood”, así como su inmersión en las aguas más profundas del pop radiable con “Kill V. Maim”, o las guitarras rítmicas de “Artangels”, y los aires de balada en “Easily”.
"..No me interesa si te gusta mi nuevo disco.."
Sencillamente la Boucher en esta ocasión se ha despojado de lo realizado en sus anteriores álbumes, para conducirse libremente por donde le plazca, metiéndonos una rotunda patada a nuestras expectativas, importándole un “comino” si nos gusta o no su reinvención “sónica” apelando a la versión más pop y pro-mainstream de su carrera, aunque todavía quedan sus encantadores arreglos vocales como registro de lo que un día fue su música, que por ahora me deja con sentimientos encontrados.  


32
SOMETIMES I SIT AND THINK, AND I SOMETIMES I JUST SIT
COURTNEY BARNETT
Mon & Pop Music
Desenfadada, fresca y genuina, así se muestra esta artista australiana al frente de su álbum debut, que presenta un interesante cumulo de influencias que van desde Joni Mitchel, Bob Dylan, Lou Reed, teniendo en la corrosiva y ruidosa “Pedestrian At Best” el estandarte del disco, el sonido icono, bien secundada por las guitarras retorcidas y procesadas de “An Illustration of Loneliness (Sleepless in New York)”, la ralentizada marcha narcótica de “Small Poppies”, las tiernas sonoridades de “Depreston”, adornadas por la Steel pedal, o las atmósferas espectrales de “Kim’s Caravan”. Otro mérito de la Barnett son sus inteligentes e irónicas líricas, entonadas con energía, que conviven en gracia con las sonoridades folk, country, “americana” ("sureña") y rockeras por las que se desplaza a lo largo de las once piezas que conforman su álbum estreno.  

  

31
THE EPIC
KAMASI WASHINGTON
Brainfeeder
El saxofonista “jazzero” Kamasi Washington, colaborador con Kendrirck Lamar, Snoop Dogg,  Flying Lotus, Thundercat, entre otros músicos, hace su debut por la puerta grande, con un apoteósico y un ambicioso disco triple, recorriendo los diversos torrentes sonoros del jazz, de paso también coqueteando con sonidos latinos (salsa), soul, funk y aún R & B,  exhibiendo una capacidad creativa de niveles impresionante, que reposa en parte a su excelente bagaje académico en etnomusicología.   
La inicial “Change of Guard” con sus aires clásicos y elegantes, además de sus agradables sonoridades orquestales y sus coros de voces espaciales, marca un comienzo majestuoso para su grandilocuente obra.  A lo largo del álbum proseguirá una sublime instrumentación, desfilando inquietantes pianos, órganos psicodélicos, saxofones somníferos y galopantes como en “Final Tough”, sugestivos arreglos de percusión, y resalto nuevamente esos geniales coros de voces que se encargan de impregnar atmósferas melodramáticas en todos los temas en que participan.  A nuestro gusto las piezas pudieron reducirse, pero para el amante de este tipo de música resultará un banquete de ensueño que lo saciará por completo. Pistas como “Ren”, “Cheeroke”, “Malcom’s Theme” o el exquisito cierre que significa “The Message” podrían resumir perfectamente lo fantástico que resulta este trabajo.
Si dispones de tres horas para dejar divagar tu mente por los vaporosos y oníricos climas que te propone Washington, este es el disco indicado. 
    

30
FROM KINSHASA
MBONGWANA STAR
Bertus
Desde Kinshasa, la capital de la República del Congo, llega este hermoso disco titulado en honor a la ciudad en mención, recreado por los Mbongwana Star, pretendiendo cambiar o romper los paradigmas y estereotipos con respecto a la música africana, si bien partiendo de su culto por sus raíces étnicas, crean su propia identidad fusionando ritmos tradicionales congoleños con el post punk, el reggae, el hip-hop, rumba y la electrónica, todos ellos explorados de manera psicodélica, inspirándose en la vida de los pueblos que los rodean, y quizás a que dos de sus integrantes, Coco Ngabali y Theo Nzonza, fueron miembros del colectivo de músicos callejeros, Benda Bilili, además del toque “ajeno” del productor irlandés Liam Farrel .
El resultado de esa mezcla de frenéticos beats, distorsiones, wah-wah, sonidos tribales, reverbs, percusiones y grooves, es un trabajo revolucionario, un suculento banquete sonoro de magnitud global, un disco que une y hermana, que emociona, sino dale una escuchada a piezas como “Malukayi”, “Nganshe” o “Shegue” para darte que cuenta que este álbum es único.  

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