viernes, 25 de diciembre de 2015

LOS 28 MEJORES DISCOS PERUANOS DEL 2015- Episodio final

Llegamos al final de nuestro recuento de los mejores discos peruanos de este año, que sin duda fue muy auspicioso para todas aquellas bandas y solistas invitados a participar en diversos festivales internacionales o llevados de gira; y es que definitivamente si bien todavía nuestra escena rockera “libre e independiente por la causa general de sus melómanos”  es reducida, ésta presenta cada vez mayor variedad de propuestas y estilos musicales, con producciones de gran calidad sin tener nada que envidiarle a las foráneas, es más algunos álbumes han sido considerados en varios rankings extranjeros.
De otro lado al igual que en el panorama mundano, las mujeres también están dando la hora en el Perú, con propuestas atrevidas como las viscerales Alias La Gringa, innovadoras como los fabulosos proyectos de Trinidad Carrillo y Solange Jacobs, Pentapolar Birds y Fifteen Years Old respectivamente, el pop experimental y de vanguardia de Ale Hop, la “concrete music” de Natasha Luna, creando magníficas producciones, pero tendríamos que lamentar que algunas de las mencionadas no radican en nuestra patria. 
Anhelamos que el próximo año varios de los grupos que han estrenado discografía terminen consolidándose y no se queden  conformes con el “auspicioso debut”. Ahora sí a conocer los 10 mejores discos del 2015, anticipándoles que hay un empate en una de las ubicaciones. Nos vemos hasta el ranking de los mejores discos mundanos de este año. 
10
GENTE CHAMBA
PAPA
INDEPENDIENTE
El debut solista del guitarrista de Futuro Incierto, Gian Carlo Romano “Papa”, Gente Chamba, ofrece entusiasta punk-rock,  que tras su escucha uno no pude ser ajeno a experimentar añoranza, pues transmite aquel espíritu sincero, casero y callejero a la vez, de las maquetas de antaño –claro, me entenderán solo los que vivimos aquellas lejanas épocas- pero que además resulta emotiva la vena poética y social que se despacha el experimentado músico en sus líricas.
La rockera “Coste Social” da el punto de partida al disco, enganchándonos en una a su veloz sonido, y a la vez sintonizándonos con sus reflexivos mensajes como “…somos el tanto por ciento del coste social”  o “seremos humanos renunciando a ser dioses”. Debo confesar que hace mucho tiempo una producción no concitaba mi atención y meditación hacia sus letras. “Papa” ha expresado al respecto “busco con este disco transmitir mis sentimientos frente a un mundo que tropieza repetidamente con piedras de guerra, hambre y esa dificultad humana de alcanzar la paz”.
Una saturada armónica avanzando en paralelo con corrosivas guitarras nos siguen agitando el cuerpo en la contagiosa “Las Cosas Son como Son”, cuyo fraseo suena genial, y estimulante el repetirlo, sin duda uno de los mejores temas del año. El sonido artesanal que acompaña a la poética “Ruiseñor” resulta esperanzador, mientras que la precaria instrumentación de percusión y los melódicos guitarreos de “Romance de Barrio” por momentos nos hace evocar a la obra solista ochentera de los hermanos leucémicos, Daniel F y Kimba Vilis.
Más guitarrazos entrelazándose con bluseras armónicas nos deleitan en “El Discurso de Luzbel”, reclamando “muéstrame la cara dulce de esta ciudad”. “Cuarenta” nos trae melódico hardcore, guitarras viscerales propias de un demo casero en “Nunca Más”, parajes algo más relajados en “La Carne es Débil” a punta de guitarra y voz, para luego a través de punteos espaciales construir delirantes atmósferas en la instrumental “Puentes”. Pesadas guitarras nos sacan del trance en la frenética “Patera” llevándonos a rockear nuevamente y pisar tierra. Sin embargo el hipnótico punteo inicial de “Cuéntame”, su oscura interpretación manifestando hastío, acompañado por una lóbrega instrumentación y ciertos ruidos electrónicos (¿de un Atari? Por lo menos es lo que se deja entrever en los créditos) que se vuelven psicodélicos hasta el final, marcan distancias con el resto de la obra y sus postulados sonoros. Impensable cierre, pero que me parece efectivo el que la última pieza de un disco, siempre nos deje algo para alucinar y especular.
Resulta refrescante que en épocas como la nuestra donde la tecnología consigue aún al ruido hacerlo sonar “limpio”, escuchar producciones autogestionarias como esta que permitan exhibir en “puro”, el rock’n’roll, punk-rock o hard-rock directamente  expulsado de las tripas, o de las venas, sin retoques ni adornos, “logrando tocar nuestros corazones”.

9
ABECEDARIO
FIFTEEN YEARS OLD
Buh Records      
Desde su controversial portada, donde coloca en posición invertida dos símbolos “representativos” (la bandera y la cruz) de nuestra nación, reflejándose sobre las mejillas del rostro de una virgen dolorosa, A B E C E D A R I O desnuda toda la sensualidad, irreverencia, desinhibición y pasión por lo experimental de la artista Solange Jacobs como Fifteen Years Old.
Esta segunda entrega de Jacobs, está repleta de provocación y espíritu profano,  asentando sus bases sonoras sobre la pieza inicial “Ancho Mar: Seda” cuyo exóticos sonidos dirigidos por un Erhu (una especie de violín chino), reproducen la acogedora sensación de estar frente a parajes marítimos, donde la susurrante pero atmosférica voz de Solange parece multiplicarse, poblando la inmensidad del espacio, también dejándose escuchar el rugido de las olas, resultando una caricia para el cuerpo. Prosigue “ABCEDARIO”, introspectiva e hipnótica pieza que se erige como el manifiesto de la artista, cuyos impíos susurros resultan lacerantes y todavía más incómodos los volátiles gemidos que continuarán hasta el final del tema.
Aires “sacros” se respiran en la envolvente “Árbol”, donde Jacobs colorea mágicos ambientes manipulando su voz a placer. En “Padre Nuestro” nuevamente la voz de la cantante construye sensaciones claustrofóbicas, como si estuviéramos dentro de una lóbrega capilla frente a un terrorífico altar. La experimental “Vamos a Quemar Hasta La Estrella” ensaya un canto indescifrable y una enajenada marcha, envolviéndonos en un ambiente de vesania. Como cierre, la melancólica “Rugido” de rasgos folklóricos y vernaculares, es otra bella pieza del disco, donde se experimenta la opción de la voz y sus diferentes matices, como un instrumento más. 
Atrevida, directa y desenfadada así es Solange Jacobs, mágica y magnética su música, cual Afrodita irresistible decirle que no. 


8
RECUERDOS DE CUANDO APRENDÍ A NADAR
SERTO MERCURIO
Buh Records/Faro Discos
Impecable debut del cuarteto conformado por Emiliano Fernández (voz y guitarra), Bronto Montano (bajo), Piero Paccini (guitarra) y Alonso Castillo, quienes apoyados por Christian Vargas (Teleférico, Abrelatas) y el Chino Burga (3AM, Ande, y un largo etcétera) en la producción, consiguen un álbum de placenteras sonoridades noise-pop.   
El sonido de un punzante bajo nos conduce hacia una maraña de distorsiones y feedbacks de rasgos atmosféricos en la inicial “Hacia el Mar”, resultando imposible no ensayar esquizofrénicos pasos de baile al compás de su voraz sonido, cuya expulsión de capas noise a lo Sonic Youth sobre el final son demenciales, logrando un exquisito y narcótico inicio para este disco estreno. Sin duda una de las mejores canciones del año.
Sonoridades indie rock se expanden en “Buenas noches romulanos (casa)”, siguiendo como abanderado sonoro las guitarras noise-pop, que no darán marcha atrás en la melódica “Caen los edificios” ni en la distorsionada “Te quieren saludar”.
Las psicodélicas cuerdas de “Buda ha muerto” y sus guitarras rítmicas guardan deudas con el pop sesentero,  aunque conforme va llegando a su fin, brochazos de distorsión nos evocarán a los Stone Roses, para concluir en una asfixiante marcha ruidista. En “Dónde, dónde” la banda gira hacia otras latitudes pop, menos ruidosas pero igual de vigorosas y cautivantes. La mezcla de guitarras shoegaze y melodías pop de “Náusea” resulta abrumadora, imposible no disfrutarla, aunque suene jalado de los cabellos pareciera el resultado de experimentar Stone Roses con My Bloody Valentine. En las piezas de cierre, “8:30” y “Tutankamón” tras minutos de reposado pop, sórdidas ráfagas de corrosivas guitarras y distorsiones atmosféricas al por mayor son arrojadas a nuestros oídos, encargándose de retorcer nuestros sentidos.    


7
QUEMA QUEMA QUEMA
KANAKU Y EL TIGRE   
Tigers Milk Records 
Sin duda este nuevo disco de Kanaku y el Tigre, significa un paso más allá con respecto a lo hecho en Caracoles (2010), derrochando una impresionante calidad musical por sus cuatro costados y dejándonos “idiotizados” con su folk-reggae de magnitudes psicodélicas y experimentación con la electrónica, haciendo deliciosa la escucha de cada una de las diez piezas que conforman esta obra, donde sus diferentes pistas lucen una amplia gama de texturas sonoras, atestiguando de unos músicos (Nicolás Saba y Bruno Bellatín) que han explorado y ensayado sin reservas durante estos cinco años hasta alcanzar el sonido “soñado”.
Los disonantes teclados que poco a poco van distorsionándose en la bizarra “Quema Quema Quema” resultan fascinantes, el ¿reggae psicodélico? o ¿ensoñador?, no sé cómo definirlo de “Nunca me perdí” resulta cautivador e hipnótico de principio a fin.  Las líneas y percusiones narcóticas de “Pulpos”, contando con la participación de Leonor Watling (cantante y actriz española), exquisita, además de las ascendentes intervenciones del sintetizador y sus etéreos coros finales.
Sonoridades reggae entremezclándose con western son apetitosas en la delirante “Quien se queda quien se va”, que sirve como perfecta introducción de lo que será la mejor canción del disco, la extraordinaria “Si te mueres mañana”, el tema bandera del disco, el que resume claramente la propuesta musical del dúo para este álbum, debo confesar que desde su primera escucha me quedé enamorado de su delirante sonido, donde confluyen con maestría sintetizadores, loops, beats y guitarras, además de su pegajoso coro “si te mueres mañana, no quedes con ganas de nada”; la melancolía de “Bubucelas” transmitida a través de ensoñadoras líneas de guitarra, el folk de “10 años” con unas guitarras que se van retorciendo de a pocos, la acústica de rasgos exóticos de “Hacerte venir” cantada a dúo con Pamela Rodríguez, la electrónica “latinizada” en “Burn Burn Burn” interpretada por Sergio Saba (Cecimonster Vs. Donka) y “Fin” con su ecléctico sonido, demuestran lo sabrosa y rica que resulta esta producción.     


7
ASTRONAUT PROJECT
ASTRONAUT PROJECT
Hype Records
Alberto Zegarra (Corrosion) se despoja de sus influencias industriales y metaleras para embarcarse en un viaje espacial, explorando la galaxia pop, logrando un debut más que auspicioso con su proyecto personal bajo el nombre de Astronaut Project, consiguiendo siete piezas de melódico y sintético pop.
El despegue se inicia con la entusiasta “Little Heaven”, cuyos sonidos programados, combinándose con guitarras procesadas y delicados teclados nos arrancan algunos pasos de baile. Unos melódicos beats se encargan de allanar el sendero por donde se desplazará las nostálgicas líneas de “Night”, los golpes sintéticos de “Dance Like Aliens” aunándose a unos inocentes teclados y cándidos sonidos resultan efectivamente muy sugestivos para la danza.
En “Lejos de Aquí”, unos sosegados teclados y unos nostálgicos punteos, semejantes a una caricia de despedida, se encargan de crear un ambiente embargado por la melancolía, donde la susurrante voz de Alberto Zegarra nos relata una historia centrada en la añoranza, de aquella que evocamos recostados sobre nuestra cama mirando el techo o tras la ventana durante un largo viaje por bus. Apta para seres descorazonados por la pérdida del amor ideal.
Las delicadas melodías de “Setiembre” resultan pegajosas y esperanzadoras, cargándonos de buenas “vibras”, mientras que la ensoñadora “Pollito Galáctico” cuyo surrealista título guarda nula relación con su ligera línea de guitarra y suaves teclados, nos ofrece espacios para el reposo, transportándonos con sus somníferos sonidos hacia bellos parajes espaciales de ambientes nocturnos como lo sugiere su agradable vídeo. Música para disfrutarla una y otra vez, tan reconfortante y refrescante como una baño de agua helada tras un bochornoso y agitado día. 
Finalmente la tierna “En Silencio” cuyas sonoridades “espaciales” pareciera evocar nuestra llegada a un lugar alienígena, pone el broche de oro para esta fina obra pop, donde guitarras y sonidos sintetizados han arrullado nuestros oídos durante esta travesía galáctica.


6
BIRDS OF GHOST
PENTAPOLAR BIRDS
Buh Records
Ambientes agridulces producto de la convivencia de bellos parajes  con otros de rasgos tenebrosos y misteriosos, son los que edifica la artista peruana radicada en Suecia, Trinidad Carrillo con el apoyo de otros músicos de esa nacionalidad- siendo el productor Mappe su brazo derecho- en su proyecto Pentapolar Birds, que a través de su primer álbum,  Birds of Ghost no hace sino causarnos sensaciones encontradas, emociones extremas pero al mismo tiempo mantenernos cautivos de principio a fin con su inédita y fantástica música, influenciada en el folk, el jazz, las películas de ciencia ficción y su gusto por los maravillosos Portishead.
Un penetrante piano y la peculiar voz de Trinidad, se erigen como un halo en medio de brumosos ambientes, que se tornarán más oscuros y siniestros gracias al giro que da el piano hacia tonalidades más tensas, adquiriendo dimensiones de pesadilla, cargando todavía más la enrarecida atmósfera el alarido con el que la cantante se manda sobre el final en “Summer”, convirtiéndose casi en una pieza de terror.
El grandilocuente sonido de un órgano cuasi de iglesia añeja, hace todavía más hipnótica la voz de Trinidad, para luego salir a flote un contagioso acompañamiento de percusión programada en “Ode to TV”, otra delicia del disco. Nuevamente el sonido envolvente del órgano pero en esta ocasión ensayando un mágico vals, al que se le aúna una serie de artilugios electrónicos y cuerdas, que finalmente dominaran el panorama musical de la pieza, crean la delirante “How to Talk to Girls at Parties”. Los inquietantes teclados de “Milky” y sus etéreos tambores irán construyendo misteriosas atmósferas. Las oníricas cuerdas, con unos teclados que imitan sonidos de clavicordio, teniendo a las fantasmales y operísticas voces de Trinidad de fondo, y su emotivo canto en primer plano  en  “Skin or Clay”, la convierten en una canción increíble y mágica donde cohabitan lo bello con lo sombrío sin ningún problema.
Sobre taciturnos pianos van trasladándose sigilosamente una serie de sugestivas percusiones programadas que parecen estar dispuestas a destruir los ambientes pasivos de “Truest Lie” y “Ghost and Monsters”. El expansivo canto de Trinidad sobre saturados órganos en la espacial “Season” es asombroso, mientras que unos nostálgicos golpes de piano, sirven de plataforma para que gracias a la tecnología podamos disfrutar del dúo de voces que ensaya Trinidad en “Dying Rain”. Un disco inquietante, mágico y encantador a lo largo de sus 41 minutos de duración. 


5
HER EP
SAD ANIMALS
Este magnífico segundo EP del talentoso músico chiclayano Aarón Saavedra, que crea “música triste para hacernos felices”, desde sus primeros instantes se muestra místico y astral en relación a su antecesor, las sonoridades mantras, hindúes y exóticas exhibidas en “Rituals” han sido esculpidas con singular maestría por parte de este artista electrónico,  una joven revelación que ya se va  consolidando como una grata realidad.
“Rituals” pondrá el sello sonoro para lo que será toda la obra, sonidos del mundo en clave “ambient”. Mientras que los siniestros teclados de la misteriosa “Jelyl” nos dejarán hipnotizados, repasándonos una y otra vez sus sugerentes ambientes, tan fríos y fúnebres pero a la vez muy placenteros.
En "Her", sonidos digitales que emulan leves punteos pulsativos de guitarra en una marcha ondulante acompañados por voces ascendentes y atmosféricas, van hilvanándose  magistralmente, consiguiendo tonalidades new age y ciertamente “silvanescas”, adquiriendo rasgos oníricos y cuasi catárticos. Una serie de sonidos “soltados” al azar van construyendo ambientes claustrofóbicos e introspectivos en “Lullaby”, que luego se va viendo “salpicada” por ligeros beats, atemporales percusiones atmosféricas y saturados sintetizadores, alcanzando una siniestralidad envolvente. Los parajes relajados y ensoñadores de “Burning Empire” son capaces de ofrecernos el reposo absoluto que busca nuestra alma, la suma de  tambores espaciales hace etéreo nuestro viaje para luego volcar la pieza hacia sonidos todavía más volátiles sin dejar de entregarnos esa sensación de sosiego, que llegará a su fin con unos arrítmicos golpes de teclados. 
Saavedra rinde homenaje a su utopía, platónico o ideal, a través de estas seis hermosas piezas donde lo atmosférico, introspectivo y aún lo espiritual convergen a la perfección. 


4
CARCASSE
NATASHA LUNA
Independiente
La lúgubre imagen de la mujer sobre la bañera esperando con aparente calma la llegada del amante asesino que le acertará el golpe mortal por la espalda plasma la sensación o alucinación visual que nos conduce escuchar este excepcional álbum, el tercero en la carrera de la compositora.
Carcasse parece música extraída de un soundtrack de películas sobre historias de romances tormentosos y prohibidos que culminan con el crimen pasional dentro de un sórdido motel. La obra se inicia con los pianos amenazadores y enigmáticos de “Preludio Minaccioso”, en la segunda pieza, “Rotckäppchen meint es böse" el piano pintará paisajes todavía más oscuros, concluyendo con unos trágicos violines. Fenomenal y aterrador resulta el inicio de  “The Day Naima Decided to kill the French", confluyendo en su turbio propósito sintetizadores, piano, cajas de ritmos, distorsiones, ambientaciones y esas voces enfermas que se escuchan en segundo plano, tras el relato amargo de Natasha, que por momentos nos hace evocar a Shirley Manson (Garbage) en su mejor época, además de esos geniales sonidos de órgano fúnebre sobre el cierre. 
Nuevamente el violín sembrando sensaciones trágicas en la lóbrega “…”. Saturadas violas  fluyendo entre lo armónico y lo inconexo en “Three violas hanging From My Waist And a Meddling Bassoon”, una triste marcha de piano va construyendo sonoridades luctuosas en “Rinhoceros et dissonantia” entremezclándose sobre el final con arreglos de cuerdas; en “Phantom of the Night”  unos sonidos extraños  (¿el fantasma pisando las gradas de las escaleras o penando?) nos introduce a un complejo y tétrico ambiente ocasionado por los inquietos toques de piano, que proseguirán en la breve “Le silent du loup”. Mientras que los instrumentos de viento, órgano y piano ejecutados en “Naima, The Sunken Dreams” crean una increíble atmósfera de suspenso.
La siniestra voz de Natasha, pasada por “filtros” o procesada, yendo al compás de un cansino piano en “Until We Riot” crean una pavorosa pieza, mientras que unos enrarecidos instrumentos de viento combinándose con un cíclico piano crean ambientes terroríficos en “L’éntragére au grand coeur”.
Finalmente los ambientes de pesadilla de “Lullaby To a Dream” resultan tortuosos, incómodos y enloquecedores, el “epílogo” perfecto para esta obra dramática de dimensiones fantásticas.    


3
TRANSMISSIONS
3AM      
Lay Bare Recordings
El segundo álbum del Chino Burga con su proyecto personal 3AM, es un tributo a sus influencias que va desde su título, en honor a una palabra significativa en su vida, y que además forma parte del repertorio de una de sus bandas favoritas, Joy Division, pasando por “UHF” tema que rinde homenaje a los canales 27 y 33 que le ofrecieron “educación y cultura musical”, la “ramoniana” “Rock’n’roll Radio”, tomando prestado el riff de una canción de Bowery Electric en “Flying Low” para recordar los 90s  y concluir con su sentencia de principios en “Joy” y “You’re Never Gonna Bring me Down”.
A través de una atmosférica guitarra que pareciera conducirnos a través de un remolino, más el sonido de unas portentosas bases programadas que son una invitación hacia el frenesí y la colisión, despega este LP con la sideral “UHF”. Imposible no contagiarse de sus acelerados ritmos que consiguen que nuestros cuerpos se agiten como una marioneta al compás de su delirante sonido. Delirio que persistirá con la oscura “Flying Low”, impulsada por la sombría interpretación de Burga.  La psicodélica “Cóndor” nos ofrece una de las canciones más densas de 3AM, mientras que el lado A concluye con el corte de rasgos Jesus & Mary Chain, “Rocks”.
El lado B se inicia con el pesado drone de “A Minute” cuyas resonantes y volátiles guitarras resultan somníferas  pero tras siete densos minutos, el frenético ritmo de “Rock’n’Roll Radio” nos meterá una patada en el cerebro, sacudiéndonos de la hipnosis del tema anterior, entregándonos a la danza maldita, replicando en nuestra mente una y otra vez la angustiante voz de Burga,para luego adquirir dimensiones de ultratumba en “Joy”, donde más su alucinada guitarra nos deja paralizados al embriagarnos con sus espectrales ambientes. Finalmente la veloz “You’re Never Gonna Bring Me Down”, se constituirá como una pieza de una contundencia bárbara y rompe esquemas con respecto a las composiciones anteriores realizadas por el músico, por su corta duración y vertiginosa melodía. 
El mejor disco de Burga en su carrera como 3AM, por su poder cautivador, al imponerle más vértigo y dinámica a su ya adictivo sonido Rock’n’Drone y al darle a su interpretación vocal los arreglos necesarios para que adquiera rasgos magnéticos. Transmissions ha logrado que el músico nuevamente sea llevado de gira por Europa, pero en esta ocasión por casi mes y medio; de otro lado el álbum ha sido editado solo en vinilo, edición imprescindible en la colección de sus seguidores por su impecable acabado en las artes de tapa y buen sonido. 


2
PANGEA
ALE HOP
Buh Records
(2015)
Tras escuchar y ver este ambicioso, arriesgado, innovador, vanguardista e inédito proyecto audiovisual, dirigido por la talentosa artista experimental Alejandra Cárdenas, Ale Hop, me resultaba complejo encontrarle una palabra que pueda resumirlo, hasta que ubiqué extraordinario, cuya definición dice “algo que es poco común, sale fuera del orden o regla general o sucede rara vez. Que es mejor o mayor que lo ordinario”, y efectivamente eso es Pangea, una producción sui géneris en nuestra patria.
Este video-disco de once canciones compuestas, grabadas y masterizadas por Ale Hop, descrito por ella misma como un “film antológico”, ideado para que cada canción contara con un video donde los realizadores pudieran hacer lo que quisieran, inicialmente fue concebido como una película de animación hasta que fue transformándose en un colectivo que agrupó gente que hiciera collage, ilustraciones y especialistas en audiovisuales como Tilsa Otta, Héctor Delgado, Muriel Holguín, Dana Bonilla, Miqy de la Barra, Trinidad y el Estudio Famas.
Resulta imposible comentar este disco separando la parte musical de la visual, así que comencemos desde el principio. Las imágenes de unas mojas haciendo una plegaria previa a un evento para luego verlas desfilar patinando en hilera alineándose para una confrontación de un abstracto juego, es realmente impactante y surreal en “No Sol”, la sugestiva ambientación creada por sus siniestras cuerdas, loops, beats y los enajenados gemidos de la Hop (un instrumento más a lo largo de la canción), estallan en una compacta masa de distorsión cuando la supuesta arbitro marca la señal de inicio del partido, logrando un instante sensacional, donde el sonido se nos introduce a la piel, transportándonos a placer por su bizarra atmósfera, mientras observamos como las religiosas comparten una andanada de golpes. El corto fue realizado por Trinidad, equipo conformado por las realizadoras Andrea Martorellet, Blanca Martínez López y Ximm Valdivia. Sin duda el mejor track y video del disco.
Sigue “Lext lovers”, que fue la primera canción compuesta del disco, en abril del 2013, grabada con su compañero de pasantía de la Red Bull Music Academy, Jimi Nxirm, al que Ale le propuso interpretarla pues no tenía voz, sus sonidos son minimalistas e introspectivos, cuyas percusiones crean sensaciones claustrofóbicas mientras que la interpretación de Nxir resulta intimista, adquiriendo el tema aires trip-hop. El video fue realizado por la gente de Famas. Prosigue “Hey Girl”, cuyo adictivo riff sigue su secuencia cíclica hasta el final, arrancándonos algunos pasos de baile. Me resulta imposible no dejar de pensar en Björk tanto por lo musical como por lo visual al disfrutar de este track, donde se observa la imagen de Hop descomponiéndose a través de diversos cuadros, percibiéndose leves reminiscencias al video de “Hunter” o “Pagan Poetry”  de la islandesa. El filme fue dirigido por la propia Ale Hop.
La breve “Away” cuyas cristalinas sonoridades ambient, entrelazándose con la onírica voz de Muriel Holguín, quien también dirigió el video, sirven de perfecto conducto para que a través de ellas, líneas blancas viajen sobre fondos negros descubriendo paisajes  cotidianos, consiguiendo otra joya del disco. Prosigue “Devil Knows Best”, video dirigido por Miqy de la Barra, mostrando imágenes de un niño, un adulto, una mujer mayor y un juguete siendo “¿purificados por fuego?”, limpiándolos  de sus recuerdos, causando finalmente que el rostro de los protagonistas se torné en gozo; musicalmente sus guitarras y atmosféricas voces replicando el título del tema, acompañadas por etéreos tambores que  van poblando el espacio, nos llevan hacia la catarsis. “Dopamine” es una pieza instrumental de extrañas sonoridades ambient, noise y psicodélicas en el estricto sentido de la palabra, cuya música se compuso sobre el video ya terminado de Héctor Delgado, quien también le puso el título a la canción.
La bellísima “Catedral”, a parte de su  majestuosa y envolvente sonoridad yace su poder hipnótico en la ensoñadora interpretación de Trinidad Carrillo de  Pentapolar Birds, mientras hace delirar nuestro subconsciente, podemos observar diversos bustos que van deformándose a través de animaciones en 3D, creadas por Ale Hop. El tema se grabó cuando Trinidad, quien radica en Suecia, estuvo por Lima y en menos de media hora se obtuvo esta pieza. En “All I Became” cuyo video también fue realizado por Ale Hop, se deja escuchar las enrarecidas voces de Ale adquiriendo dimensiones corales, así como ciertas sonoridades jazzísticas, que conforme va avanzando se torna más tierna, hasta que la voz de Ale se vuelve delicadísima.
La cortísima “I Hate Myself (Probably Commit Suicide)” cuyo crudo nombre nada tiene que ver con su música, a pesar de su ruidoso inicio plagado por feedbacks, se va mutando hasta derramar una serie de sonidos indescifrables y voces ininteligibles que calzan perfectamente con las tomas de un grupo de gente ensayando un paso de baile típico, en la plaza de Aquismon en México. Sencillamente alucinante.
Hasta que llegamos a “Turn Me Up”, un video de Dana Bonilla realizado el 2010, pero que halló lugar en Pangea, donde se observa a dos jóvenes en primer plano saciándose al comer frutas. Se trata del corte más noise del disco, cuyas volátiles distorsiones crean sugestivas capas sonoras que se van repitiéndose hasta su cierre. Finalmente “End Song” es la pieza más electrónica, motivadora y colorida de la obra, y sirve para proyectar los créditos de la misma. 
¿Será Pangea la fuente de la que beberá las futuras producciones de Hop? Probablemente. Lo que sí nos queda claro es que esta producción marcará un hito en la historia musical del Perú, formando parte de aquellos discos selectos e irrepetibles, que a mi gusto son puntos de referencia obligados para comprender su evolución. Narcosis con su Primera Dosis en los 80s, El Aire con su epónimo debut en los 90s y su disco triple en los dos miles, el de Electro Z cerrando los 90s y ahora este video-disco, enseñando al resto el camino a seguir y que las utopías musicales pueden ser posibles.  


1
THE SUN REMAINS THE SAME
SAJJRA
Fougère Musique/Urbanoide Records/Aloardi
Surreal, fantástico y deslumbrante resulta el escuchar esta nueva aventura sónica extraída de la abstracta paleta sonora de Chrs Galarreta, con su proyecto Sajjra, titulada The Sun Remains The Same, donde el músico peruano radicado en Europa, culpable de algunos de los actos más alucinantes de los 90s, como Evamuss, dios me ha violado y otros disparatados e inclasificables proyectos sónicos. Galarreta sigue apelando al caos y al ruido como materia prima para transformarlos en arte, y demostrando estar un paso adelante en la vanguardia musical de los músicos “made in Perú”. Algunos de los temas que forman parten de este disco, datan su concepción de la década de los 90s, pero nunca fueron grabados y su producción ha sido posible gracias a la unión de tres sellos: Fougère Musique (Francia), Urbanoide Records (Perú) y Aloardi (Perú/Holanda). Y su elegante e impecable presentación de portada (el disco solo está disponible en formato de vinilo) ha sido diseñada y creada por el músico y la artista holandesa Lilia Scheerder. 
Ahora vayamos a la música. Golpes sintéticos, corrosivos guitarrazos, agresivos “loops”, todos ellos creando sonoridades maquinales, tribales e  industriales dispuestas  a quebrantar nuestros sentidos se unen en la maciza “Metamorfosis”, imposible no someternos a sus narcóticas contusiones electrónicas, pateándonos una y otra vez los sesos. Genial pista para el inicio del breve pero sustancioso repertorio de cuatro canciones que conforman el álbum.
Sonidos espaciales y oníricos navegando sobre sugestivas mareas de guitarras acústicas flotan en la etérea “Aurora”, trasportándonos hacia otros ambientes cósmicos, más ligeros, de características del My Bloody Valentine  más introspectivo e insinuante hacia la levitación, la primera joya del disco. La escabrosa “Inocente Tortura”, nos retorna al panorama dominado por infernales, chirriantes y tortuosos sonidos reproducidos por la parafernalia electrónica ejecutada por Galarreta, explotando y descargando toda su furia sobre nuestros cuerpos, además de su canto sonando enajenado gracias a las distorsiones empleadas.
El estar sentado en la orilla frente al mar contemplando cómo sus olas vienen y van en medio de un melancólico “sunset” al final del verano, es la sensación que causa el escuchar lo cíclicos sonidos de la atmosfera lúgubre  de  “The Sun Remains The Same”, observando en el horizonte la supremacía y esplendor del astro rey, sobreponiéndose a las nubes que luchan por ocultarlo. La extensa pieza de casi medio hora de duración, que tras sus primeros nueve minutos de abrasivas repeticiones sónicas, comienzan a incursionar osciladores y otros reproductores de ruido manteniéndonos hipnotizados hasta su expiración, a pesar que el tema prosigue su estructura repetitiva y monótona sin desviarse un ápice de su curso, algo realmente intrépido y meritorio por parte del artista sonoro de estar convencido en lo que hace y persistir en su alucinada inspiración.
Chrs Galarreta con The Sun The Remains The Same  es capaz de trasladarnos del campo al océano, de pasar de lo etéreo a lo industrial, y todo bajo una niebla de asombrosa sonoridad apocalíptica, como él solo sabe saberlo. Cuatro maravillosas piezas son más que suficiente para conformar el disco del año. 

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